Una construcción ecológica es aquella que cumple con el objetivo de causar el menor impacto negativo sobre el medio ambiente aparte de brindar funcionalidad y comodidad. Por lo general este tipo de construcciones busca la sostenibilidad, es decir, que sea capaz de mantenerse a si misma, que autogenere energía y que la optimice, aprovechando de manera eficaz los materiales según la zona. Un aspecto importante de estas construcciones es que los materiales utilizados no sean tóxicos para el ser humano ni el medio ambiente.
Vivir en casas 100% sustentables es algo difícil y más si su lugar de residencia es la ciudad, sin embargo existe una larga lista de opciones y materiales que se pueden sustituir por el material tradicional para la construcción, que tienen fuertes componentes sustentables y ayuda en la tarea de cuidado al medio ambiente.
Pintura casera. Una compañía logro mejorar una antigua fórmula para hacer pintura casera a base de una mezcla de proteína de leche, cal, arcilla y pigmentos naturales, que cuenta con 3 características esenciales: biodegradable, durable y no toxica. Está opción es excelente para sustituir por la pintura normal en la decoración de interiores.
Casas de bambú. El bambú es probablemente una de las alternativas más viables para la construcción de casas ecológicas, ya que esta planta ofrece increíbles ventajas. Este material es más liviano que el acero sin embargo es cinco veces más fuerte que el concreto. El bambú absorbe nueve toneladas de CO2, la ventaja es que se reproduce rápidamente, aproximadamente unos 24 centímetros diarios por lo que el proceso de fijación de dióxido de carbono no se detiene.
Paneles ecológicos. Estos paneles se pueden crear a partir de desechos de cultivo de sorgo y trigo, cascaras de coco, fibras vegetales, cáñamo, paja y hasta botellas de plástico. Los paneles son muy beneficiosos para el medio ambiente ya que gracias a esto se evita la tala de árboles.
LED. Las lámparas incandescentes al generar luz sacan ondas de calor, por lo que se han ido cambiando por LED, las cuales aportan en un 80% de ahorro de energía y no contienen agentes tóxicos, por lo cual son menos dañinos con el medio ambiente y también son ventajosos en lugares calurosos.
Muros verdes. Los muros verdes no solo dan un aspecto bonito y fresco, si no que ofrecen múltiples beneficios como: reducen hasta 5 grados la temperatura interior de un establecimiento en verano y en invierno se mantienen a la misma temperatura, lo cual es un ahorro significativo de energía, son aislantes naturales del ruido, atrapan el polvo y esmog, aumentan la plusvalía, entre otros.
Cemento con desechos de caña. Científicos mexicanos sustituyeron el cemento de Portland por cenizas de bagazo de caña y el concreto que contenía desechos de caña resulto más resistente a la corrosión.
Es casi imposible mantener un hogar totalmente sostenible dentro de grandes ciudades, pero cambiando algunos hábitos y tal vez sustituyendo algunos materiales, podemos contribuir al cuidado del medio ambiente.